El Papel de las Humanidades en la Era de las
Superinteligencias
Actualmente
la irrupción de sistemas de inteligencia artificial cada vez más potentes —y la
posibilidad teórica de “superinteligencias”— nos obliga a replantearnos el
sentido, las funciones y la legitimidad de las humanidades en la vida social y
política contemporánea. Las humanidades ya no aparecen sólo como disciplinas
que conservan o interpretan el pasado; se convierten en actores imprescindibles
para formular preguntas normativas, epistemológicas y políticas sobre qué
significa vivir bien en un mundo gobernado por agentes tecnológicos con
capacidades superiores a las humanas en ciertos dominios. (Bostrom, 2016).
Estas
disciplinas aportan marcos críticos que no se reducen a la eficiencia
instrumental. La ética, la filosofía política, la historia, la teoría crítica y
los estudios culturales, ofrecen vocabularios y herramientas para identificar
fines legítimos, ponderar valores en conflicto y reconocer asimetrías de poder
que una perspectiva puramente técnico-económica suele invisibilizar. (Floridi,
2012). En contextos de Inteligencias Artificiales (IA) avanzadas, las preguntas
“¿qué debemos optimizar?” o “¿a quién sirve este sistema?” son, en esencia,
preguntas humanísticas que requieren juicio moral, memoria histórica y
sensibilidad contextual.
Nick
Bostrom nos ha estado advirtiendo que la llegada de una superinteligencia puede
implicar riesgos existenciales si no controlamos sus objetivos iniciales y sus
mecanismos de aprendizaje. (Bostrom, 2016). Aunque la solución técnica —control
y alineamiento— es necesaria, no basta. Decidir qué objetivos son aceptables,
cómo priorizar derechos humanos o cuál es el marco de equidad intergeneracional
requiere deliberación normativa y juicio histórico, competencias propias de las
humanidades que deben formar parte del diseño y la gobernanza técnica.
Las
humanidades digitales, por su parte, demuestran que técnicas computacionales y
sensibilidad humanística pueden complementarse. Proyectos de análisis de
corpus, recuperación del patrimonio y estudios de narrativa evidencian que la
colaboración entre humanistas y tecnólogos mejora la calidad interpretativa y
evita sesgos metodológicos. (García-Serrano & Menta-Garuz, 2022). Estas
experiencias prueban que las humanidades no son ingenuas frente a la técnica:
ofrecen metodologías para validar resultados, detectar supuestos ocultos y
articular preguntas de investigación relevantes para comunidades específicas.
La
gobernanza de la IA exige no sólo normas técnicas sino marcos éticos públicos
que sean comprensibles y legítimos para la ciudadanía. Organismos
internacionales como la UNESCO han impulsado recomendaciones éticas sobre IA
que mezclan principios —transparencia, justicia, responsabilidad— con
apelaciones a derechos culturales y sociales; tales marcos requieren traducción
y discusión pública, tarea en la que las humanidades son centrales. (UNESCO,
2021). Sin esa mediación cultural y pedagógica, las reglas corren el riesgo de
permanecer en tecnocracias inaccesibles para la mayoría.
La
expansión de IAs generativas y sistemas predictivos plantea desafíos sobre
trabajo intelectual, producción cultural y autoridad de la interpretación. Las
humanidades deben asumir una doble función: diagnosticar transformaciones en
las prácticas culturales y laborales, documentando pérdidas y resistencias, e
imaginar y promover modelos alternativos —trabajo creativo protegido, curaduría
humana, educación crítica— que preserven el pluralismo epistémico frente a la
centralización algorítmica de autoridad. (Letras Libres, s. f.). Si las
humanidades se limitan a reproducir repertorios técnicos o a ser meros
consumidores de herramientas, perderán capacidad crítica.
Ante
sistemas que automatizan tareas interpretativas o generativas, la educación
humanística debe priorizar el pensamiento crítico, la alfabetización digital
crítica —saber cómo funcionan los modelos y sus limitaciones—, la ética
aplicada, la historia de las tecnologías y las prácticas de deliberación
pública. Incorporar competencias técnicas básicas, como estadística
interpretativa y manejo de corpus, sin abandonar la formación en juicio
normativo, es la vía más realista para asegurar que graduadas y graduados sean
interlocutores válidos en equipos interdisciplinarios. (García-Serrano &
Menta-Garuz, 2022).
Existen,
al menos, tres respuestas disciplinares posibles: colaboración estrecha con la
técnica, crítica radical que busque frenar desarrollos peligrosos e hibridación
que reconfigure métodos y objetos de estudio. La historia intelectual muestra
que las humanidades sobreviven cuando reinventan sus preguntas; la era de las
superinteligencias exige precisamente eso: no recluirse en la torre de marfil,
pero tampoco perder la autonomía crítica necesaria para contrarrestar
narrativas tecnoutópicas o tecnocráticas. (Floridi, 2012).
Las
humanidades no son un adorno moral ni un lujo posmoderno frente a la revolución
de la inteligencia artificial: son un recurso epistemológico y político
imprescindible. En la hipótesis —probable o especulativa— de
superinteligencias, la supervivencia y dignidad humanas dependerán tanto de
soluciones técnicas, como alineamiento y seguridad, como de marcos normativos y
deliberativos que sólo pueden surgir cuando las humanidades participan
activamente en el diseño, la evaluación y la gobernanza de tecnologías. Ignorar
esa necesidad equivale a delegar decisiones fundantes sobre fines humanos a
sistemas diseñados para optimizar otros objetivos. Por tanto, la tarea urgente
de las humanidades es rearticularse —en docencia, investigación y deliberación
pública— como parte constitutiva de las infraestructuras cognitivas y
democráticas que regularán la era de la IA.
Referencias
bibliográficas.
Bostrom, N. (2016). Superinteligencia:
caminos, peligros, estrategias (ed. en español). Teell Editorial. (Obra
original publicada en 2014).
Floridi, L. (2012). La cuarta revolución:
cómo la infosfera está transformando la realidad humana. Eduvim.
García-Serrano, A., & Menta-Garuz, A.
(2022). La inteligencia artificial en las Humanidades Digitales: dos
experiencias con corpus digitales. Revista de Humanidades Digitales (UNED).
Letras Libres. (s. f.). Las humanidades
frente a la IA. Letras Libres.

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