Hasta el momento no conocemos de otro planeta que nos proporcione las mismas condiciones que nos da la Tierra para poder vivir en este universo infinito, pero aún así, vivimos como si tuviéramos otras opciones.
Desde que los seres vivos aparecieron en la Tierra, éstos han tenido todas las facultades para vivir, especialmente el hombre, quien ha contado con la suerte de dominar a las demás especies y la osadía y atrevimiento de manipular a la Naturaleza a sus antojos, causando con esto, los desastres naturales más significativos, tales como: insendios forestales, tala indiscriminada de bosques, minería a cielo abierto, contaminación de las fuentes hídricas, contaminación del aire, fabricación de gases de efecto invernadero, males que arrastra junto a sí a otro mal de escala mayor, me refiero al sobre calentamiento global.
El homo modernus debería detenerse un instante para pensar sobre cómo se encuentra el entorno que lo está rodeando, sobre lo que está aconteciendo con el medio ambiente y sobre todo, con lo que él mismo está causando.
Hace un tiempo, el filósofo noruego Arné Naess (1912-2009) proposo una corriente filosófica o una corriente de pensamiento que promueve la búsqueda de una sabiduría para habitar el planeta, en medio de la crisis ecosistémica global que enfrenta la humanidad, y a esa corriente le llamó ecosofía o eco filosofía.
Esta corriente de carácter filosófico, parte de posturas contrarias a cualquier centrismo (antropocentrismo, ecocentrismo o biocentrismo), pero desde la convicción de que las contradicciones sociedad-naturaleza, impuestas durante varios siglos de subjetividad antropocéntrica, deben descartarse para que la especie humana pueda continuar coexistiendo como parte de la rica biodiversidad de la Tierra.
El antroposentrisno que nos brindó la modernidad ha sido uno de los principales factores del desequilibrio que hay hoy entre el hombre y el planeta. Ha sido un error garrafal pensar que el hombre es el centro o la medida de todas las cosas cuando en realidad la naturaleza lo es. No es una exageración cuando pienso y estoy convencido de que la visión antroposentrista ha exaltado al hombre, lo ha puesto por encima del resto de las demás criaturas vivas del planeta, generando con esto, un gran abismo entre éste y los demás seres vivos con los que cohabita desde hace miles de años en el mismo lugar.
Hoy podemos abordar los problemas ambientales desde la ecosofia, una disciplina que, desde la ecología, y alimentada por la filosofía, puede brindarnos las herramientas epistemológicas para buscar soluciones al problema de lo ambiental. Esta disciplina posee un carácter propio, y bastante significativo para nosotros, pues nos muestra el camino a seguir para abordar la idea de que la Tierra es nuestra casa y debemos cuidarla como tal.
El objetivo principal de la ecosofía es llevarnos a cultivar la idea de que el planeta Tierra es el hábitat de todos los seres vivos que la habitan, y que ningún ser vivo tiene privilegios sobre otros seres y sobre la Tierra misma como se lo ha venido atribuyendo el hombre.
La ecosofía es la disciplina que nos ayuda a conocernos, y por ende, a conocer el planeta en el que habitamos. Esta disciplina nos ayuda a RECONCILIARNOS con los demás seres vivos y con el planeta Tierra mismo.
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