lunes, 28 de junio de 2021

ANGUSTIA Y DESESPERACIÓN: LA OTRA PANDEMIA QUE ENFRENTAMOS

 La Pandemia de Covid 19 que enfrentamos ha puesto al descubierto muchas cosas que hasta el momento no divisavamos, por citar algunas: la ineptitud de nuestros políticos, la desigualdad social, la vulnerabilidad de nuestros sistemas de salud, entre otros factores. Debemos reconocer que este evento desafortunado nos ha abierto los ojos a muchos y hemos visto cuáles son las circunstancias en las que más nos hemos visto envuelto como sociedad pero sobre todo como seres humanos.

Uno de los factores que más se ha visualizado desde que se decretó la pandemia a nivel mundial ha sido la angustia y la desesperación. Estos factores, aunque siempre han estado presente en la vida humana, es decir, le son inherentes al ser humano, se han percivido a niveles alarmantes debido a la situación que vive la sociedad mundial frente a la pandemia de Covid 19.

De por sí que el ser humano vive angustiado y desesperado por diferentes motivos, esta pandemia que ha su paso ha estado dejando miles de muertos, se ha convertido en el principal detonante de los altos índices de angustia y desesperación.

La angustia y la desesperación aparece en nosotros cuando no alcanzamos algo, cuando no logramos realizar una actividad, o cuando nos enfrentamos a situaciones que alteran nuestra estabilidad emocional como la situación de peligro, por ejemplo. Desde que nacemos hasta que partimos de este mundo la angustia es inherente a nosotros, vivimos angustiado todo el tiempo y aunque a veces tengamos momentos de tranquilidad y paz siempre se van a presentarar sucesos que desestabilizaran nuestro sistema emocional dándole paso a la angustia y a la desesperación.

¿Puede la angustia y la desesperación ser otra pandemia que estemos enfrentando y no lo sabemos? Hay millones de personas enfermas de Covid 19 u otras patologías recluidos en hospitales desauciados, hay millones de personas que están perdiendo a sus seres queridos por razones adversas a la vida, hay millones de personas sin empleos, sin hogar, sin esperanzas, que lamentablemente deben estar angustiadas y desesperadas en cualquier país, ciudad o pueblo. Estos hechos se deben estar presentando en cada rincón del mundo, sin excepciones algunas, y en cada rincón del planeta deben haber miles de personas a la merced de la angustia y la desesperación pensando en qué o en qué no hacer para solucionar sus inconvenientes.

¿Podríamos considerar la angustia y la desesperación como una pandemia actualmente? No sé que pensará la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ello pero lo cierto es que este fenómeno se halla presente en todos los cinco continentes del planeta.

Desde tiempos atrás algunos pensadores han estudiado el tema de la angustia y la desesperación, para citar el caso, filósofos como el danés Soren Kierkegaard y posteriormente el francés Jean-Paul Sartre, quienes en sus investigaciones filosóficas produjeron un número considerable de tratados que nos orientan en el estudio y en el conocimiento respecto al tema.

Aunque Kierkegaard da, o trata de dar un concepto de la angustia/temor, éste realmente describe a la angustia como el mero hecho de que uno tenga la posibilidad y la libertad de hacer algo, incluso la más terrorífica de las posibilidades, que dispara inmensos temores.

La angustia y la desesperación que sentimos actualmente se debe a qué o qué no debemos hacer frente a las distintas situaciones que se vienen presentando a nuestro al rededor y que directa o indirectamente nos afectan emocionalmente. Dichas situaciones, llameseles enfermedades, pobreza, conflictos armados, etc., pueden ser el detonante de los grandes niveles en los que se presenta esta enfermedad en la sociedad actual.

Vivimos angustiados por el presente y el futuro, pues en este presente estamos siendo consumidos por una pandemia de Covid 19 y otras enfermedades que consumen nuestra humanidad y de igual forma estamos angustiados por un futuro que no sabemos cuál será pero de igual forma vivimos angustiados y desesperados por ello.

Sin ninguna duda, vivimos ahogados en angustias y desesperaciones mirando el pasado, el presente y el futuro. Observamos lo que ocurre a nuestro alrededor con ese grave temor (angustia) adherido a nosotros, a nuestra objetividad, lo que nos conlleva a vivir en esta otra pandemia de angustia y desesperación.


domingo, 13 de junio de 2021

PIEDRAS CONTRA FUSILES: EL ESTALLIDO SOCIAL EN COLOMBIA

 Actualmente la sociedad colombiana está enfrentando una de las situaciones sociales y políticas más complicadas de los últimos tiempos. Si bien el país latinoamericano le ha tocado afrontar varios conflictos armados y situaciones parecidas a lo largo y ancho de su historia, la situación actual que se permea en el país cafetero resulta sumamente complicada.

La sociedad colombiana está afrontando una situación delicada, pues, el levantamiento popular contra el Gobierno nacional ha instituido innumerables escenas de violencia desmesurada en las calles de distintas ciudades del país. El gobierno colombiano, en cabeza del actual Presidente de la Republica Iván Duque Márquez, quien gobierna bajo la bandera del uribismo, corriente política leal al expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez, quien actualmente afronta un proceso judicial en el país, ha decidido junto a sus propios Senadores y los parlamentarios aliados crear una serie de reformas ejecutivas entre las que se encuentran: una Reforma Tributaria; la cual es la principal causante de las protestas sociales que se viven actualmente en el país, y con la cual este gobierno que bajo las consigas electorales “Menos impuestos y más salarios para un país justo” se ganó las elecciones presidenciales del año 2018 busca imponerle al pueblo colombiano más impuestos, sobre todo a la canasta familiar, para tapar los huecos fiscales que éste mismo ha generado en la arcas del Estado. A de más de la Reforma Tributaria, en el Congreso de la Republica se permean una Reforma al Sistema de Salud nacional, el cual es uno de los más paupérrimos de América latina, y para completar el paquete de reformas, también se trabaja en la misma corporación una reforma al Sistema Pensional del país. Esta situación a traído consigo hechos que tienen al gobierno colombiano contra la espada y la pared.

Dentro de la situación que vive el país se han presentado incidentes lamentables como: violaciones sistemáticas de los derechos humanos, desapariciones forzadas de manifestantes, en su mayoría de jóvenes estudiantes universitarios, violaciones sexuales a mujeres manifestantes por parte de miembros de la fuerza pública, excesos de la fuerza por parte de miembros de la policía nacional y su escuadrón móvil anti disturbios (ESMAD), entre otros vejámenes reprochables y lamentables.

Este uso desproporcionado de la fuerza que ha estado empleado la fuerza pública del Estado colombiano, especialmente la Policía nacional contra los manifestantes en las calles de ciudades como Cali, Popayán, Bogotá, Yumbo, Manizales, Barranquilla, entre otras, ha estado atentando significativamente contra la dignidad humana de los manifestantes a tal punto que varios jefes de estados alrededor del mundo y diferentes organizaciones gubernamentales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones no gubernamentales han manifestado su preocupación por la actual situación que se vive en el país donde los ciudadanos están saliendo a las calles a manifestarse en contra de las políticas del gobierno de Iván Duque y el uribismo en medio de un tercer pico de la pandemia por Covid 19 y por supuesto, en medio de las fuertes represalias que el gobierno ejerce contra los manifestantes quienes con piedras y palos se defienden contra los fusiles, los gases lacrimógenos y las granadas de aturdimiento del denominado Estado Social de Derecho.

El comité organizador del Paro Nacional iniciado el 18 de Mayo del año en curso, en compañía por una generalidad de centrales obreras del país quienes en coordinación con diferentes organizaciones y gremios tales como el de estudiantes universitarios, campesinos, personal medico, camioneros, grupos de indígenas (Minga), Barras de Equipos de Futbol profesional colombiano, entre otros, han ocasionado algo nunca antes visto en el país andino; mostrarle al mundo entero una serie de irregularidades que se han estado viviendo en el país cafetero desde hace tiempo, por ejemplo: han denunciado ante la comunidad internacional el grave estado en el que se encuentra el Estado Social de Derecho colombiano y su gobierno de turno, sumergido en un demostrable estado de corrupción, han denunciado la desinformación y la manipulación de información y la complicidad de los principales medios informativos con el Estado y el gobierno uribista, han denunciado el mal manejo de la pandemia por parte del gobierno nacional, han denunciado el enorme hueco fiscal que ha dejado el actual gobierno nacional por satisfacer sus propia necesidades antes que las del pueblo soberano de Colombia, han denunciado la participación de grupos paramilitares en las ejecuciones extrajudiciales que se han llevado a cabo con manifestantes desarmados. Esto y muchos vejámenes más. 

El estallido social que se ha generado en Colombia durante todo este mes de mayo no es solo por el descontento de las organizaciones y de los gremios protagonistas del paro nacional sino también lo es por la insatisfacción de toda una juventud desesperada, anulada y sin futuro a causa de las políticas neoliberales que establece el gobierno de Colombia las cuales no hacen otra cosa que favorecer a los ricos y poderosos renegando a los más necesitados.

Este descontento que se vive en la sociedad colombiana la cual se está manifestando en contra de uno de los gobiernos más cleptómanos, tiránicos y mitómanos de la historia nacional se ve reflejado no solo en las calles de ciudades y municipios sino en las redes sociales de manifestantes, de políticos, de lideres sociales que últimamente están siendo censuradas por el gobierno con el objetivo simple de bloquear los contenidos que las personas comparte con el fin de vapulear lo que realmente está pasando en el país, por ello, es que el pueblo colombiano está pidiendo a gritos a la comunidad internacional un SOS. 



miércoles, 2 de junio de 2021

EL NARCISISMO DIGITAL: UNO DE LOS TANTOS CÁNONES DE LA SOCIEDAD ACTUAL

 "Lo superficial es el prerrequisito de todo lo bello" Friedrich Nietzsche.

Sin exagerar, la sociedad actual es una sociedad digital o digitalizada. ¿Qué quiere decir esto? Que la sociedad actual se manifiesta desde la red digital.

La Pandemia de Covid 19 que estamos atravesando ha dejado al descubierto muchas cosas que aunque vienen minando desde décadas atrás actualmente han tenido mayor acogida. Una de estas cosas es la implementación de la red digital como medio al servicio de la humanidad para sus respectivos fines.

La red digital y sus múltiples usos ha acondicionado a la humanidad, por ende a la sociedad actual a la que yo denomino "la sociedad digital". ¿Qué se puede entender por un acondicionamiento? Un acondicionamiento no es nada más que formarse o estar inclinado hacia algo o alguien.

Gracias a la red digital actualmente podemos comunicarnos y mostrarnos al mundo. Lo que en años o décadas atrás era una simple utopía hoy este factor está al alcance de todos, mostrarnos al mundo globalizado. En oportunidades anteriores me había pronunciado refiriendome a la sociedad actual como una sociedad del exhibicionismo digital donde cada persona se expone sin ningún control en redes sociales como Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, entre otras, mostrándose al mundo tal cual como son o como aparentan ser.

Mostrarse al mundo hoy es totalmente natural, esto es para la sociedad digital un imperativo categórico. Nos mostrarnos al mundo a través de las diferentes redes digitales que existen, eso sí, falseando el verdero yo. Muchas veces ese yo que se muestra en una fotografía es un yo digitalmente modificado, es decir, un yo mostrado a través de una imagen retocada por filtros, luces, maquillajes, entre otros factores o efectos especiales que muestran a simple vista ese narcicismo que llacia oculto en cada uno de nosotros.

La época de las selfis es la época del narcisista digital donde a través de una fotografía le muestra al mundo sus mejores posturas y matices. Sus viajes, sus comidas, sus amistades, sus triunfos, etc, todo ello a cambio de likes. Estos actos lleva consigo un propósito, alimentar el egocentrismo y el narcicismo subjetivo a través de las adulaciones que se reciben de los demás.

El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, quién se ha dado a conocer como un crítico de esta sociedad, recientemente se ha manifestado sobre este nuevo fenómeno (el narcicismo digital) a través de un breve ensayo publicado en el diario español El País donde resalta los efectos de lo que él llama "videonarcicismo" fenómeno que para él resalta una exagerada preocupación por la imagen.

¿Para qué publicamos una imagen nuestra en las redes sociales? Principalmente para mostrarnos, pero esto va mucho más allá. En realidad buscamos que nos vean, necesitamos ser observados, necesitamos que los demás usuarios  de la red digital nos vean que estamos o somos felices, que estamos guapos y hermosos, que estamos luciendo los últimos atuendos de la moda, que estamos en lugares imaginables y deseados, o que estamos con personas importantes que nunca pensamos conocer, etc., eso es lo que buscamos. A demás de ellos, no caerían nada mal que nos publiquen mensajes de alagos, felicitaciones, aprobaciones de los demás, esto nos gusta, pues aumenta lo que creemos que somos, seres seguros, a demás de ello, aumenta lo que sí hay en nosotros, el ego.

Estoy plenamente seguro que si Narciso, el mítico personaje de la mitología griega estuviera personalizado hoy inundaría sus redes sociales con selfis e imágenes editadas en busca de adulaciones, likes y comentarios.

El narcicismo digital se expone en las redes sociales a tal medida que lo vemos como una nueva normalidad de la subjetividad actual, es decir, ser narcisista hoy es una condición humana, una condición de la nueva sociedad digitalizada. 

El narcicismo digital es uno de los tantos cánones de la sociedad actual. Es una normativa, es una normalidad.

jueves, 27 de mayo de 2021

PENSAR EN LA MUERTE DESDE NUESTRA MORTALIDAD

 ¿Qué es la muerte? ¿Por qué casi no pensamos en ella? ¿Por qué nos causa tanto temor hablar o pensar en la muerte si sabemos que vamos a morir algún día?

Si nos dedicasemos a preguntarle a nuestros semejantes esta primera pregunta nadie sabría que respondernos. A ciencia cierta nadie sabe que es la muerte. Nadie ha regresado del más allá para correspondernos a esta pregunta. Lo que si podemos saber es que ésta hace parte de la vida, sea como lo contrario, como lo negativo, o como la antagonista. La muerte siempre ha estado con nosotros, desde la aparición del hombre en la Tierra la muerte siempre ha estado allí con él, detrás de sus pasos.

El tema de la muerte causa temor y pavor en el ser humano. Nos perturbamos al pensar que algún día vamos a morir, o que nuestros seres queridos van a faltar. El caso es que no vemos a la muerte como algo natural, como el final del ciclo vital.

Nos cuesta desprendernos de nuestros seres amados, e incluso, nos cuesta desprendernos de nosotros mismos. Vivimos como si nunca fuésemos a morir. Vivimos como si fuésemos eternos. Nunca, o pocas veces, tenemos la valentía de sentamos a pensar en el final de nuestras vidas, nos olvidamos por completo de aquel suceso esperado.

Lo que más nos ha acercado a la muerte, o a la experiencia de la muerte, ha sido una enfermedad mortal, o un suceso trágico de un ser querido. La muerte como verdugo ha finado a muchos, sin restricciones y sin temor ante nosotros los mortales.

La muerte para el ser humano es inevitable, solo el crucificado pudo vencerla, solo el justo y el santo de Dios pudo estar por encima de ella. En cuanto a nosotros, la muerte nos acecha a cada hora y en cada momento. La muerte siempre nos asechará como un león rugiente que melodea a su presa. Somos inevitablemente seres mortales.

Pensar en la muerte significa estar vivos. Vivimos para morir, vivimos para no ser inmortales. Pensemos la muerte objetivamente como algo simple, como algo nuestro, como algo innegable, como una condición sin más.

La muerte es tan nuestra como la vida misma. ¿Por qué no pensar en ella? Al fin moriremos, algún día no estaremos aquí. ¿Qué será de nuestras vidas? Simplemente será olvido, un recuerdo, un momento, un soplo. Seremos solo un instante en esta totalidad del universo.