miércoles, 22 de septiembre de 2021

LA CULTURA DE LO NO REAL

 La sociedad actual vive bajo un nuevo régimen cultural que se ha enarbolado sobre los cimientos de la globalización, el neoliberalismo y el progresismo ideológico.

¿Qué está ocurriendo con ello? Sencillo, se está levantando una nueva sociedad en la que solo importan ciertos matices culturales emergentes.

La cultura actual se sustenta sobre la superficialidad, lo falso, lo no real. ¿Sobre qué se basa tal argumento? En que el sujeto actual solo crea formas, estereotipos, cánones, que muestran una realidad timada, adyacente, a lo que en realidad ocurre.

Aunque el término cultura suele reducirse solo a las manifestaciones artísticas que produce una sociedad, éste demanda más de ello, aún el comportamiento de una comunidad hace parte de su cultura, en la cultura se cultiva todo lo que emane de tal comunidad, sean expresiones artísticas o u otras cosas. La cultura de lo no real, se encamina a la producción de comportamientos que no están enmarcados en un cuadro lógico de comportamientos y/o manifestaciones de cara a la realidad absoluta. 

Se han creado nuevos estereotipos de bellezas, de comportamientos inapropiados que ya suelen ser apelables dentro de la nueva concepción de libertad y progresismo, se han creado nuevas manifestaciones artísticas así atenten contra la moral, la ética, y los valores humanos, todo ello encerrado dentro de una nueva cultura que cada día se posesiona más dentro del ranking de aceptación de esta sociedad. 

La cultura actual carece de sentido. Está llena de filtros que muestran una cara distinta de la que en realidad es, tal como suele hacerse con una imagen digital retocada como otros matices. Es una cultura de la perfección, de formas, y apariencias más que de esencias, esa es la cultura de lo no real; el parecer es mejor que el ser. Así es que funciona la cultura hoy.

Ante tal situación, no queda más que soportar los nuevos cánones en los que se erige la subjetividad actual, dentro de la sociedad liberal que se enarbola ante nuestros propios ojos

jueves, 19 de agosto de 2021

LA GENERACIÓN DE LOS "LIKES"

 La revolución digital que actualmente atravesamos, a demás de haber creado un panóptico en el que mantiene a la sociedad actual bajo una vigilancia excesiva, ha alienado a toda una generación con parámetros estrictamente digitalizantes, y dentro de sus procesos, han hecho sujetos obedientes al consumismo digital. 

Para esta sociedad, las redes sociales se han convertido en su imperativo categórico por excelencia. Actualmente Facebook, Instagram, Youtube, LinkedIn, Tik Tok, entre otras plataformas digitales, son los agentes que estructuran y regulan la vida y la realidad de esta sociedad creciente.

A esta generación creciente, y consumista de lo digital, le son propias las siguientes características: 1. Es una generación reducida a lo estrictamente virtual; sabemos que tales individuos existen puesto que tienen una cuenta en cualquiera de estas redes sociales antes mencionadas. 2. Las redes sociales, aunque funcionan como un mundo o una realidad paralela a la que naturalmente estamos adheridos, es el mundo para esa generación digital. 3. Las imágenes que los individuos digitales cuelgan en sus redes sociales, son imágenes para captar likes; entre más likes obtengan, el estado emocional de cuyo individuo sufrirá cambios considerables.

El número determinado de los likes en una imagen o en una publicación significa un éxito para quienes exponen sus imagenes, sus sentimientos, o sus opiniones a la merced o juicio de todos en una red social. Este fenómeno no hace otra cosa que demostrar cuánta aceptación tiene tal individuo ante la sociedad que lo persive digitalmente.

Por lo tanto, para obtener suficientes "likes" un individuo hace todo en cuanto su libertinaje le permita hacer, sin importar la ética, el pudor, o las consecuencias que sus propios actos puedan atraerle, lo que realmente le ha de importar, son los "likes".

Por estas razones, tan simples y tan vanales, hoy tenemos más youtubers que médicos e ingenieros, tenemos más tiktokers que profesores y maestros, más influencers que abogados y líderes comunitarios. Una realidad que apuntala al estado absurdo en el que vivimos.

La generación de los "likes" es una generación de lo absurdo que viven de la apariencia, del placer, de la falsedad, y por ende de la mentira. Son individuos o sujetos obedientes a un sistema que los explota sin parar, y hablo del sistema del consumismo digital, el sistema que actualmente a acondicionado al mundo postmoderno.

Actualmente, un like, venga de donde venga, es un acto supremamete vacío, pues solo se le da like a los que os gusta ver, nada más, y lo que realmente hace estresante este asunto es el exhibicionismo que hay detrás de todo contenido que en muchas ocasiones sobrepasan los límites de todo imperativo ético y estético.

La generación de los "likes" es una generación exhibicionista que solo le interesa mostrarse en las redes sociales en lugar de enseñar o de aprender en las mismas, solo le interesa mostrarse a los demás con el afán de agradar; mostrando perfección, de mostrar estabilidad emocional, económica, etc., aunque sus estados reales sean adversos a lo que se esté mostrando en el momento. Esta es la generación que actualmente se mueve en nuestras sociedades, una generación del "solo importan los likes que le den a la publicación", y para tal generación, eso es lo que realmente le es apremiante.



miércoles, 28 de julio de 2021

ECOSOFÍA: UNA LECCIÓN PARA RECONCILIARNOS CON EL PLANETA

 Hasta el momento no conocemos de otro planeta que nos proporcione las mismas condiciones que nos da la Tierra para poder vivir en este universo infinito, pero aún así, vivimos como si tuviéramos otras opciones.

Desde que los seres vivos aparecieron en la Tierra, éstos han tenido todas las facultades para vivir, especialmente el hombre, quien ha contado con la suerte de dominar a las demás especies y la osadía y atrevimiento de manipular a la Naturaleza a sus antojos, causando con esto, los desastres naturales más significativos, tales como: insendios forestales, tala indiscriminada de bosques, minería a cielo abierto, contaminación de las fuentes hídricas, contaminación del aire, fabricación de gases de efecto invernadero, males que arrastra junto a sí a otro mal de escala mayor, me refiero al sobre calentamiento global.

El homo modernus debería detenerse un instante para pensar sobre cómo se encuentra el entorno que lo está rodeando, sobre lo que está aconteciendo con el medio ambiente y sobre todo, con lo que él mismo está causando.

Hace un tiempo, el filósofo noruego Arné Naess (1912-2009)  proposo una corriente filosófica o una corriente de pensamiento que promueve la búsqueda de una sabiduría para habitar el planeta, en medio de la crisis ecosistémica global que enfrenta la humanidad, y a esa corriente le llamó  ecosofía o eco filosofía.

Esta corriente de carácter filosófico, parte de posturas contrarias a cualquier centrismo (antropocentrismo, ecocentrismo o biocentrismo), pero desde la convicción de que las contradicciones sociedad-naturaleza, impuestas durante varios siglos de subjetividad antropocéntrica, deben descartarse para que la especie humana pueda continuar coexistiendo como parte de la rica biodiversidad de la Tierra.

El antroposentrisno que nos brindó la modernidad ha sido uno de los principales factores del desequilibrio que hay hoy entre el hombre y el planeta. Ha sido un error garrafal pensar que el hombre es el centro o la medida de todas las cosas cuando en realidad la naturaleza lo es. No es una exageración cuando  pienso y estoy convencido de que la visión antroposentrista ha exaltado al hombre, lo ha puesto por encima del resto de las demás criaturas vivas del planeta, generando con esto, un gran abismo entre éste y los demás seres vivos con los que cohabita desde hace miles de años en el mismo lugar.

Hoy podemos abordar los problemas ambientales desde la ecosofia, una disciplina que, desde la ecología, y alimentada por la filosofía, puede brindarnos las herramientas epistemológicas para buscar soluciones al problema de lo ambiental. Esta disciplina posee un carácter propio, y bastante significativo para nosotros, pues nos muestra el camino a seguir para abordar la idea de que la Tierra es nuestra casa y debemos cuidarla como tal. 

El objetivo principal de la ecosofía es llevarnos a cultivar la idea de que el planeta Tierra es el hábitat de todos los seres vivos que la habitan, y que ningún ser vivo tiene privilegios sobre otros seres y sobre la Tierra misma como se lo ha venido atribuyendo el hombre.

La ecosofía es la disciplina que nos ayuda a conocernos, y por ende, a conocer el planeta en el que habitamos. Esta disciplina nos ayuda a RECONCILIARNOS con los demás seres vivos y con el planeta Tierra mismo.